Y vuesa merced, ¿dónde camina?
Yo, señor -respondió el caballero- voy a Granada,
que es mi patria.
¡Y buena patria! -replicó don Quijote.

viernes, 1 de julio de 2016

GRANADA, como la veo y disfruto


Quien ha nacido y crecido en la Plaza Nueva de Granada, y desde ella, a los cuatro años en la pasada década de los cincuenta, ha subido y bajado a diario por las calles del Albayzín, para ir a la escuela parroquial de la iglesia del Salvador, en su día mezquita mayor del barrio, donde el recreo se hacía en torno al aljibe y arcada árabe de su patio, queda marcado por una serie de sensaciones poco valoradas en los días de la infancia.
Si desde Plaza Nueva se ha recorrido a diario la Carrera del Darro o la calle San Juan de los Reyes, según fuesen los fríos del invierno o calores de la primavera, para cursar el bachillerato -no sé como se llama hoy- en el Ave María de la Cuesta del Chapiz, cuyos grandes patios no tienen horizonte, pues un impresionante primer plano de la Alhambra reina sobre el colegio e hipnotiza el ambiente en los recreos y clases de gimnasia siempre al aire libre, se queda aún más marcado. 
Y a mayor abundamiento -utilizando expresión jurídica-, si por profesión se ha entrado casi a diario en la Real Chancillería, para defender causas e informar en vistas celebradas en un palacio renacentista, uno queda -quiera o no- marcado de forma indeleble por esta ciudad en la que tuvo el privilegio de nacer y vivir.

La luz, el aire, las imágenes y sensaciones de aquellos días ilustraron mejor que cualquier texto la Granada que me precedió.
Si uno de los fines de la cultura es dar sentido histórico al ser humano facilitándole instrumentos de orientación, el haber nacido y crecido en la Plaza Nueva de Granada y su entorno fue el primer regalo y primera lección que me dio la vida.

Llegado el tiempo de la jubilación, al mirar hacia atrás para saber qué hacer hacia adelante, sin saber cómo ni por qué surge un sentimiento de agradecimiento a la vida por haber nacido "donde y en donde nací", entendiendo claramente el sentido de un sueño de hace años en el que aparecía un as de la baraja con el texto: "La clave en Plaza Nueva 12". El inconsciente dirigía la mirada a un lugar concreto, una familia en concreto.

Por ello, como muestra de gratitud a la Vida me apetece rendir homenaje a Granada y a quienes desde dentro y desde fuera de ella me adentraron en una ciudad mimada por la Naturaleza y la Historia. Y como una imagen ilustra más que mil palabras he preparado una exposición sobre Granada, como la veo y la disfruto, que en breve se inaugurará en el Cuarto Real de Santo Domingo y de la que en pocos días daré información más detallada a todos los que se asoman a esta ventana abierta DESDE PLAZA NUEVA.     



Qubba del Cuarto Real de Santo Domingo

Miguel Sánchez Peinado
1 julio 2016

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