Y vuesa merced, ¿dónde camina?
Yo, señor -respondió el caballero- voy a Granada,
que es mi patria.
¡Y buena patria! -replicó don Quijote.

lunes, 17 de noviembre de 2014

ALPUJARRA. Lajas de pizarra y Terraos de launa

Barranco de Poqueira


Mi buen amigo Rafael Carmona, también él y su padre del mío, a quien encuentro en la exposición de la Alpujarra y recorremos recordando viejos tiempos, me vuelve a escribir y, en el recuerdo al fotógrafo, evoca la comarca alpujarreña con estas palabras:

Al hilo de una exposición que resulta, en sus entrañas, un arrullo a unos pueblos únicos y de ensueño que tienen por cimiento la lírica más sublime... Bueno... dejemos las alabanzas para el maestro... de la luz y la sombra, del contraste de las lajas de pizarra y los terraos de launa, la de angostura de las calles y... de los niños despeinados, de las cortinas alpujarreñas y las jarapas, del agua fresca que mana y corre sin prisas, pero sin pausa... como los días, como los años, como los siglos, sin que nada cambie y todo se transforme, como el milagro de la artesanía alpujarreña.

Alpujarra de Granada...

Despierta al alba...
de su sueño.

A bordo de un barranco boga...
sobre las verdes olas
de la Historia.

Gargantas de luz
y de plata.

El hombre y su esfuerzo,
el resto... sólo paja.

El sol acaricia los terraos
y la sombra busca su refugio.

En el silencio se escucha...
siempre,
una voz callada y nívea.

Calles tan estrechas que...
sólo la luz y la sombra
caminan a sus anchas.

Los recuerdos de un pueblo...
son..., tal vez,
los sueños de sus gentes.

Rafael Carmona

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