Se inició este blog hace más de once años con "Demócratas o Charlatanes" por considerar que la crisis económica, iniciada unos años antes, era la consecuencia de una crisis de la democracia, pues donde se ignora la verdad y no se respeta la ley no existe libertad. Se denunciaba cómo a esa crisis colaboraban, además de la clase política, la prensa, Universidad, algunos estamentos del poder judicial, entidades financieras, sindicatos, que con sus silencios o colaboraciones habían propiciado que estuviéramos gobernados por unos charlatanes incultos e indocumentados, a lo que no éramos ajenos quienes desde la ceguera les votábamos. En definitiva, mantenía que responsables de la crisis éramos todos, unos por charlatanes, otros por ciegos, otros por buitres que necesitan la carroña para alimentarse, otros por mudos y otros por aprovechados; y acababa con una pregunta: ¿hasta cuándo?
A los pocos días siguió otro artículo titulado "Se veía venir", en el que me refería al publicado en el Diario de Granada el año 1981 pidiendo para Granada la capitalidad de la cultura; ahí vislumbraba una sociedad tensionada y con bastante desempleo como consecuencia de los avances técnicos y científicos -aún faltaban años para la llegada de internet-; textualmente decía que “probablemente en la cultura esté la única solución a los graves problemas que nos esperan en un futuro no muy lejano". Me permitía la licencia de definir la cultura como "un proceso de sensibilización para descubrir lo bello del Universo y asimilar la esencia de la Historia". También refería lo que alguien dijo que era uno de los principales problemas de España: "la incultura de los cultos".
Al observar la sociedad actual, cuarenta y tres años después de aquella en que reivindicaba para Granada la capitalidad de la cultura, y once después de llamar la atención sobre una España gobernada por charlatanes e indocumentados, es el sentimiento de tristeza el que me invade al contemplar una "masa social" a modo de rebaño sin más pretensión que le resuelvan todos los problemas, pues siempre ven la responsabilidad de sus males en los otros. Y el sentimiento de tristeza me lo produce no tanto el ver que vamos de mal en peor, sino la convicción de que el cambio de indocumentados, incultos, ignorantes y charlatanes que nos gobiernan tiene tendencia a no producirse, pues el rebaño que los sigue es insensible a la basura con la que aquellos le alimentan.
A los pocos días siguió otro artículo titulado "Se veía venir", en el que me refería al publicado en el Diario de Granada el año 1981 pidiendo para Granada la capitalidad de la cultura; ahí vislumbraba una sociedad tensionada y con bastante desempleo como consecuencia de los avances técnicos y científicos -aún faltaban años para la llegada de internet-; textualmente decía que “probablemente en la cultura esté la única solución a los graves problemas que nos esperan en un futuro no muy lejano". Me permitía la licencia de definir la cultura como "un proceso de sensibilización para descubrir lo bello del Universo y asimilar la esencia de la Historia". También refería lo que alguien dijo que era uno de los principales problemas de España: "la incultura de los cultos".
Al observar la sociedad actual, cuarenta y tres años después de aquella en que reivindicaba para Granada la capitalidad de la cultura, y once después de llamar la atención sobre una España gobernada por charlatanes e indocumentados, es el sentimiento de tristeza el que me invade al contemplar una "masa social" a modo de rebaño sin más pretensión que le resuelvan todos los problemas, pues siempre ven la responsabilidad de sus males en los otros. Y el sentimiento de tristeza me lo produce no tanto el ver que vamos de mal en peor, sino la convicción de que el cambio de indocumentados, incultos, ignorantes y charlatanes que nos gobiernan tiene tendencia a no producirse, pues el rebaño que los sigue es insensible a la basura con la que aquellos le alimentan.
Y como siempre tendremos en la Naturaleza la respuesta a nuestros problemas, si sabemos mirarla y contemplarla con admiración e imaginación, hoy salí a su encuentro buscando luz entre las sombras y luz dentro de la luz que nos deslumbra. Como siempre que la buscas la encuentras, porque siempre está ahí ofreciendo alegría y esperanza, hoy me regaló:
BELLEZA de LUZ ENTRE LAS SOMBRAS
Y...
LUCES DENTRO DE LA LUZ
Granada, 2 noviembre 2025
Miguel Sánchez Peinado









