Paseando por el Mauror, antiguo barrio judío de Granada, camino a la Alhambra, al pasar por el aljibe de Rodrigo del Campo, encontré una placa con un texto de Carlos Cano.
Decía: "La libertad no es solo un sueño, está ahí,
al otro lado de esos muros que nosotros mismos construimos".
al otro lado de esos muros que nosotros mismos construimos".
Y siguiendo mi camino, mientras subía cuesta arriba recordé a Al Saqundi, quien en el siglo XIII dijo que Granada es encanto de la vista y del corazón, sutileza del espíritu.
En efecto, esta ciudad, CAPRICHO DE LA NATURALEZA Y LA HISTORIA, nos sorprende en sus infinidad de rincones provocando la emoción del alma ante las cosas importantes y simples de la vida. En esta ocasión el cantautor granadino, desde el rincón donde nació, me hizo pensar sobre el problema de la libertad, tan anhelada y aislada... por muros que nosotros construimos.
Y mientras caminaba por una de las calles del barrio judío, hacia el palacio de Carlos V, a una conferencia sobre la expulsión de los moriscos, me salió al paso Juan Salvador Gaviota para decirme cómo romper el muro que nosotros mismo construimos.
Miguel Sánchez Peinado