A mi hermana Rosario
en su cumpleaños
recordando a mamá
Al abrir la ventana para ventilar el dormitorio, en el árbol que tienen como suyo los gorriones, oí el zureo de una paloma reclamando atención. Me quedé observándola y cogí la cámara en la esperanza de captarla iniciando el vuelo.
Como no encontró quién le correspondiera se volvió hacia mi ventana con cierta desconfianza; pero al verme en pijama, sin pinta de cazador, no confundió el teleobjetivo con un arma mortífera. Pienso que quiso coquetear, me dejó disparar, me enceló y durante una hora demoró mi ducha y desayuno.
El sol entre nubes apareció y, como si le molestasen sus rayos, voló a otro lugar buscando cobijo en las sombras de otra rama.
Y cuando algo la reclamó me pareció oirle decir: ¡Enfoca bien! Empiezo el vuelo.
Y en la ducha canté... VOLÓ LA PALOMA...
Miguel Sánchez Peinado
28 abril 2021