Al presentar DESDE PLAZA NUEVA manifestaba que era un lugar abierto a todos y cerrado a nadie, sin más límites que el respeto a la ley, la libertad y la verdad.
Mi amigo desde la infancia, Rafael Carmona Puertollano, regularmente nos envía a su círculo de amistades "En Cuatro Líneas" un artículo con sus reflexiones sobre la actualidad. La claridad y contundencia de su visión del momento presente, bajo el título "Un acomplejado, ahora sin complejos, enseña el AS que guardaba bajo la manga" merece la pena ser difundido. Rafael ve así la situación:
"España no está en el mercado, ni debiera ser objeto de pública subasta para quien siente y cree que su País, España, es mucho más que un simple objeto de chalaneo o cambalache y que se puede entregar, así, de la noche a la mañana, al mejor postor. Sí, el líder de un partido serio se puede equivocar, y en nuestra joven democracia tenemos ejemplo de ello, pero sería de una irresponsabilidad incalculable arrastrar a todo un partido, con luces y sombras, desde luego, pero que en sus mejores militantes aún les queda sentido de Estado, no de mercadeo incalificable.
Un órdago sacado de la manga, pero a tiempo, desconcierta a quienes, entre bambalinas pretendían, casi a hurtadillas, sacar pecho para romper España por un lado y, por el otro y con ello, se ha puesto al descubierto la ambición personalista, aunque mal disimulada y peor calculada, de un líder que antepone su interés personal a los intereses de España y de su propio partido, algunos de cuyos barones se han dejado escuchar clara y rápidamente, sin cortarse un pelo, con lo que todas las alarmas han saltado para significar que: “con las cosas de comer” no se juega, menos aun intercambiando cromos con quienes se enseñorean, sin parpadear, de propuestas tras las que se esconden...“bombas de relojería” perfectamente calculadas y subvencionadas por países de dudosa democracia y de peligrosa compañía.
Estamos asistiendo en los últimos tiempos a algo inaudito: que un Partido, con tradición en la gobernabilidad del País, su líder descarte el apoyo que se le ofrece sin contrapartidas, en cambio, no se ruboriza de dar cancha a quienes quieren romper con la unidad de España. No es la primera vez, ya lo hizo en el Ayuntamiento de la capital de España. Es la locura que, una vez desatada, es capaz de ponerse a los pies de los caballos para que le pisoteen y, además, le recuerden socarronamente “que cuenta con una sonrisa del destino”, tratando de disuadirle a dialogar con el partido en el Gobierno, que también tiene en su haber graves equivocaciones, pero que, al parecer, ahora debe pagarlas todas juntas, para así expiar sus rapacidades. El resto, es decir, quienes les pagamos a todos sólo somos invitados de piedra. Bueno eso sí, con permiso para votar, por ahora.
Lo verdaderamente inexplicable para el ciudadano de a pie es contemplar hasta qué punto la irracionalidad de algunos líderes de la escena política pueden llevar al traste, en un santiamén, todo aquello que, no sin dificultades, se ha conseguido en las últimas décadas. ¿Acaso estamos ante un pirómano...? o ¿tal vez un doctorado en económicas no proporciona suficiente capacidad para distinguir el rojo... del morado? Cerrarse a dialogar con quien ha ganado en número de votos las elecciones nos ha sorprendido a muchos españoles, algunos han quedado atónitos ante esa cerrazón, o mejor, irracionalidad de quien quiere gobernar el País, aunque para ello prefiera ponerse a los pies de los caballos que, sin duda, es una opción, pero también puede ser una irresponsabilidad viendo, como toda España ha podido comprobar, lo que se le ofrece en un solo “lote”, pero que analizado desde el afuera partidista más parece una bomba de relojería... para romper España, sí, esa misma España que ha costado a demasiada gente: sangre, sudor y muchas lágrimas en los últimos treinta y siete años de nuestra reciente Historia.
Desde que los Hospitales en dónde se trataba la esquizofrenia y otras afecciones perturbadoras de la mente cerraron sus puertas hay mucho loco de atar por esos mundos en los que se pretende hacer lo blanco rojo y lo rojo morado. El delirio, visto lo visto, sólo ha comenzado, pero para un entremés... prefiero mejor uno que sea de jabugo, antes que ese mercadeo que tenemos a la vista. El mutismo incompresible de quien desea gobernar ha puesto la gobernabilidad del País a subasta y ya tiene ofertas más que jugosas, entre risas mal disimuladas. Estamos en la antesala de lo acontecido en la Comunidad de Madrid y lo verdaderamente estremecedor es que desconocemos hasta donde llegará el delirio de los sarcasmos en ese... toma y daca vergonzante".
Rafael Carmona Puertollano
24 enero 2016
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