A mi madre,
que tanto amó el campo,
en este primer otoño de ausencia.
Un privilegio pasear en otoño por la Dehesa del Camarate, bello rincón del Parque Nacional de Sierra Nevada, en término municipal de Lugros. Adentrarse entre la masa arbórea es un gozo, pero en esta època del año la sinfonía de color que nos ofrece es una provocación a los sentidos. Aquí se comprende que los sentidos sean las ventanas del alma.
Si hoy este paraje se encuentra tan bien conservado, cómo sería cuando hasta hace no mucho por él pastaban, a sus anchas, la ganadería de reses bravas; quizás fueron los toros eficaces guardas forestales: me consta que un obispo, caminando por estos lares hubo salir pitando cuando uno de los de Pelayo le salió al encuentro.
En día de neblina y suave lluvia la Naturaleza se nos presenta con sus mejores galas.
Miguel Sánchez Peinado
Granada, festividad de los Santos 2021
Preciosas fotos Miguel!
ResponderEliminarLa paleta de colores del otoño. Impresionante y muy bien captada.
ResponderEliminarQué belleza de otoño. Enhorabuena, Miguel!!
ResponderEliminarNo existe la buena máquina fotográfica sino el buen fotógrafo, aquí está la muestra, maravillosa.
ResponderEliminarManolo, aunque el mejor objetivo sea el ojo del fotógrafo, también es cierto que las modernas cámaras digitales facilitan la labor. Tú sabes bien que antes tenías que tener técnica para imaginar lo que la cámara recogía, hoy ves lo que la cámara va a captar. Los buenos fotógrafos de antes dirían ante buenas fotos: con estas cámaras modernas cualquiera hace buenas fotos.
EliminarQué maravilla!!
ResponderEliminarMaravilloso como siempre, con esa increíble sensibilidad q en cualquier ámbito nos regalas.
ResponderEliminarUn abrazo
Somos hijos de las circunstancias: la familia donde nacimos, los amigos con quienes crecimos, la tierra donde vivimos, la buena gente que tratamos; y aunque el trabajo sea mérito propio el resultado también es fruto, en no pocas ocasiones, del azar. Quizás cuando elogiamos algo ajeno estemos reconociendo, sin darnos cuenta, algo propio.
EliminarPrecioso reportaje Miguel. Felicitaciones
ResponderEliminarMiguel, un entorno idílico y unas fotos preciosas. Como decía una amiga mía, fotografo es el que consigue poner la cámara, el ojo y el corazón en un punto.
ResponderEliminarGRACIAS MIGUEL POR ESTE REGALO PARA LOS SENTIDOS Y EL CORAZON. UN GRAN HOMENAJE AL RECUERDO DE TU MADRE.
ResponderEliminarPrecioso paraje, preciosas fotos y feísima la envidia que me da el buen rato que disfrutaste. Un abrazo.
ResponderEliminarFernando, la envidia es un pecado capital, dicen. Cuando quieras confesarte de él y obtener el perdón, avisa, cogemos el coche y nos vamos al Camarate, tú te redimes de la envidia y yo de la vanidad del elogio del amigo.
Eliminar¡Qué maravilla de sitio y de fotos! Me han hablado mucho de la Dehesa del Camarate y aún no lo conozco. Mientras tanto muchas gracias por acercarnos hasta allí con esta ventana, Desde Plaza Nueva. Un abrazo
ResponderEliminarSon unas fotos impresionantes, enhorabuena Miguel
ResponderEliminar