Y vuesa merced, ¿dónde camina?
Yo, señor -respondió el caballero- voy a Granada,
que es mi patria.
¡Y buena patria! -replicó don Quijote.

sábado, 22 de junio de 2024

CUANDO EL VIENTO DESNUDA LAS OLAS

    

    Cuando estábamos enclaustrados, por razón del Covid, pensábamos que nuestro gran error era haber olvidado que en la relación con la Naturaleza está el equilibrio de nuestra salud física y mental. Pasados pocos años, creo que aquel pensamiento no era tal, tan solo parece que fue una pesadilla horrible en una noche oscura, sin haber meditado, una vez amanecido, en el mensaje que se nos enviaba en aquel horrible sueño. Volvemos a las andadas, manipulando a la Naturaleza y confiando más en la Inteligencia Artificial que en las emociones y sentimientos que gratuitamente nos ofrece la madre tierra.

    Esto pensaba días pasados, cuando sentado en la orilla un mar encrespado me transmitía energía por una sucesión rítmica de instantes plenos de belleza. Recordé a José Antonio Marina, quien siempre me cautivó en la utilización de las imágenes marinas con que ilustra sus enseñanzas en su -nuestro- Laberinto sentimental:

    ¿Nos atreveremos a emprender animosamente la creación sentimental que reclaman nuestros desasosegados corazones? ¿Que esto implica una reforma de la inteligencia humana? Ya lo sé. Se trata de buscar la racionalidad poética y con ello cambiar el régimen sentimental del náufrago haciéndole navegante. El riesgo de naufragio no desaparece, porque el mar es un abismo superficialmente engalanado. Podemos, para colmo de males, perdernos. El agua es una llanura sin caminos y marcamos el rumbo guiándonos por la memoria de playas donde nunca hemos estado. Pero un velero con proa a barlovento es un brillante triunfo de la inteligencia sobre el destino. El mar insinúa en la noche que toda singladura es un fracaso, y en la mañana que navegar es ya un triunfo del espíritu. El buen navegante mantiene en las horas de la luz la advertencia de la noche, y en las horas oscuras la esperanza del día".

    Y pleno de energía, levantándome, fui al encuentro de las olas para ver como el viento las desnudaba..., y metiéndome en ellas..., descubrí que no existe el tiempo, tan solo instantes de plenitud..., que se suceden sin solución de continuidad.
























       

       Granada, 22 junio 2024
       Miguel Sánchez Peinado

miércoles, 12 de junio de 2024

LUIS Mª DE LA HIGUERA, un Notario Pintor

     




    Fue Granada, según Juan Alfonso García -maestro en el arte de la música-, "un reino reducido e impotente, tributario del de Castilla desde su fundación; un reino plantado a orillas de un glorioso pasado, que, consciente de su propia indigencia, buscó apoyo en la amistad con sus enemigos y refugio en el consuelo del arte y la poesía". En los momentos actuales, cuando todo está dominado por tecnologías y por una inteligencia artificial carentes de sentimiento, con especial incidencia en el mundo de lo jurídico, es gratificante encontrar un notario, hijo de Granada, refugiado en el arte de la pintura.

    Después de contemplar la exposición de Luis Mª de la Higuera, y pedirle permiso para reproducir su obra en este espacio, reconozco haber quedado gratamente sorprendido, pues después de tanto tiempo acudiendo profesionalmente a su Notaría desconocía su vocación pictórica, pero principalmente por la calidad de la obra expuesta, que me produjo relajación por la vista y emoción en el espíritu. La sutilidad y delicadeza con que utiliza los colores y las tonalidades me resulta fruto, pese a que no soy experto en la materia, de una gran sensibilidad artística.


















    Se define Luis Mª de la Higuera como pintor aficionado, pero no novel; yo diría que en la pintura tiene su Violin de Ingres.

      En el folleto de la exposición el pintor, con toda sencillez y honradez informa del proceso de trabajo, lo que es de agradecer, y quizás por ello acredita, al ilustrar sobre cómo trabaja, que realmente es un pintor aficionado, pero con categoría de profesional.

    Expresa el deseo que "el cuadro pueda continuar su vida en la mirada de quien lo contempla y ojalá consiga alumbrar su emoción". Doy fe, que ese deseo lo ha conseguido, al menos en mí.

    Granada, 12 junio 2024
    Miguel Sánchez Peinado

Fecha exposición: 7 al 26 junio 2024
Lugar: Galería Ruiz Linares. Calle Estribo 6. Granada
Horario: el del comercio.

    

    

martes, 11 de junio de 2024

HUYENDO HACIA LA LIBERTAD

 


    HUYENDO HACIA LA LIBERTAD es la primera novela de Diego Medina García, quien nos sorprende con el relato de una historia sencilla y amena, por su estilo narrativo y profundo conocimiento de la naturaleza ser humano, sus problemas y dudas a las que conviene dar respuesta. El autor, desde el principio de la narración, se presenta inconscientemente al lector por boca de Javier, uno de los principales personajes: Desde muy pequeño fui un lector empedernido... La literatura me llevó a la filosofía.

    Dijo George Steiner que "hoy no se puede llamar hombre o mujer de cultura, en el sentido general de la palabra, a quien no tiene conocimientos científicos". Con ese criterio se puede considerar al autor de HUYENDO HACIA LA LIBERTAD como un hombre culto, pues a su formación humanista en los ámbitos del Derecho, Literatura, Historia y Arte hay que agregar su formación científica en materia de Física y Evolución Biológica; podría calificarse a Diego Medina, por la amplitud de sus conocimientos, como "hombre del Renacimiento".

    HUYENDO HACIA LA LIBERTAD es una obra que engancha tanto por el contenido como la forma. La trama, que se desarrolla en la primera mitad del siglo XX, se inicia en el marco de una familia granadina de la alta burguesía, cuyo padre pretende organizar la vida de sus hijos en función de las conveniencias y necesidades del patrimonio familiar, lo cual origina conflicto con los dos hijos menores, personajes centrales de la historia: Javier, en contra de lo que considera su vocación, se deja llevar por los deseos del padre alcanzando éxito profesional y social; Carolina, la menor de la familia, lucha por lo que considera su propio destino lo cual provoca un gran conflicto con el padre. Al abandonar Carolina la casa familiar, iniciando su propio camino, la relación de complicidad que tienen ambos hermanos se rompe, hasta que años después Javier recibe una carta enigmática de su su hermana, remitida desde una ciudad de Marruecos; interpretando él que Carolina puede necesitar su ayuda decide ir a buscarla, lo que en realidad es un pretexto para romper con la exitosa vida social a la que le llevó seguir el criterio paterno.

    En el transcurso del tiempo desde que Javier sale de Granada hasta el encuentro con su hermana se suceden una serie de situaciones y acontecimientos, en los que el autor mueve a los personajes con la estrategia de un maestro de ajedrez -no en vano Diego Medina lo es-, en los que temas de vital importancia como la Libertad, el Amor, el Erotismo y la Bondad quedan planteados, pero sin adentrarse en ellos a forma de ensayo, lo que puede provocar que sea el lector quien de respuesta a estos valores sagrados; conviene recordar que todo libro, si tiene vida propia -como dijo el poeta romano-, es la primera parte de una obra más extensa que debe rematar el lector, bien con su propio esquema mental o en colaboración con otros en debate a modo de club de lectura.

    Personalmente he leído varias veces la obra. Acabada la primera lectura, conocida la trama, me interesó una segunda centrado en el estilo, la forma con que el autor juega con las palabras para crear su historia. Se puede decir que Diego Medina es un escritor que escribe para sí mismo por el placer de escribir, placer que para Annie Ernaux -Premio Nobel de Literatura 2022- es superior al del orgasmo. Que Diego Medina escribe para sí mismo se nota en el ritmo narrativo, cuando este se hace más lento para profundizar en cuestiones para el autor de especial importancia o placer. Una tercera lectura se hace necesaria para quienes les preocupen los problemas psicológicos del ser humano, tanto a nivel personal como en el ámbito de las relaciones interpersonales y con el universo en el que estamos insertos. Considero que HUYENDO HACIA LA LIBERTAD es un libro que merece tres lecturas, pero al menos una focalizada en tres puntos: la historia que se cuenta, la forma en que se hace y la psicología de los personajes y sus relaciones, tanto entre ellos como con el medio en que se mueven.

    Aunque el autor no da soluciones ni profundiza en ello, si hace un buen planteamiento de problemas que pueden originar valores -o virtudes- como son la Libertad, el Amor, el Erotismo y la Bondad. ¿Depende la libertad de la existencia o no de un poder opresor, o más bien es una cuestión personal para sin miedo llegar a lo más profundo del sentimiento y actuar en consecuencia? ¿Es amor el que un padre imponga a sus hijos unas reglas por considerar que son las mejores para ellos por el simple hecho de que a él le fue bien con ellas? La relación erotismo y amor -valores misteriosos y sagrados- es tratada con delicadeza y claridad. El filósofo y teólogo coreano Byung-Chul Han ha denunciado La agonía del Eros en la sociedad actual porque la satisfacción del ego desligada del sentido de alteridad convierte la relación erótica en una relación de poder, más propia del narcisista que del verdadero amante; la aventura amorosa entre Javier y Lucía -otro personaje interesante- llevó a quien esto escribe a recordar y releer la tesis del filósofo coreano. Y la dolorosa aventura amorosa de Carolina con Karim lleva a preguntarnos Por qué duele el amor, título del libro de la socióloga marroquí Eva Illouz, donde encontramos respuesta a la pregunta. Y la relación de Javier con Rosa, su mujer, me hizo recordar a Marañón cuando escribió sobre la soledad de dos en compañía. Una cualidad de la novela de Diego Medina es que al tratar como trata estos temas de tanta importancia nos lleva a profundizar en ellos por  la lectura de otros textos de ensayo, él se limita a plantear el problema sin profundizar en las posibles soluciones, pese a que por formación podría hacerlo, pero ello sería materia de otro tipo de libro distinto a la novela.

    En uno de los últimos capítulos, dedicado a los NÓMADAS del desierto, se plantea las distinta forma de ser y sentir de quienes viven el mundo de la Naturaleza y de los que vivimos bajo las reglas o comodidades de las sociedades que consideramos civilizadas. Un capitulo sublime, por cuanto en él podemos ver un canto a la humildad de quienes viven al amparo de los caprichos de la Naturaleza, donde espacio y tiempo adquieren un sentido distinto al de quienes viven esclavos de las sociedades desarrolladas. Al finalizar la lectura del capítulo se llega a la conclusión de que el amor es un valor poco entendido y bastante manipulado, pues quizás el amor sea un simple efecto de la bondad; ¿acaso el amor es tan solo la forma en que la gente buena se relaciona consigo mismo y con los demás? La familia nómada del desierto se la describe como de personas sencillas y buenas que irradian altruismo con la misma naturalidad con la que respiran, por lo que actos grandiosos que llamamos Amor, para ellos son simples actos de convivencia.

    HUYENDO HACIA LA LIBERTAD es una magnífica novela, que entretiene y hace pensar, pues, como le pasó a Javier, al buen lector la literatura le lleva a la filosofía.

    Hablando con el autor le pedí, para conocimiento de los amigos de este blog, unas pocas líneas sobre cómo surgió la idea de su novela y lo que pretendió transmitir en ella, me dijo:

    La idea sobre la novela surgió en una madrugada muy especial en la que salí de la tienda de campaña a un impresionante cielo estrellado. Estaba en una planicie inmensa del norte del desierto del Sáhara, el lago Iriki, sobre el curso del río Dráa, que allí fluye subterráneo. Era un viaje de amigos, sin guía, con la ayuda de una ruta de GPS bajada de Internet, que nos llevaba por pistas del desierto durante más de mil kilómetros rumbo al Atlántico. El entorno era sobrecogedor: una leve brisa exigía algo de abrigo, un silencio absoluto, un espacio abierto a lejanas montañas, una visibilidad fantasmal y equívoca... Sentí una completa comunión con lo que me rodeaba y, sobre todo, una intensa sensación de libertad y, a la par, de soledad. Me sentí muy pequeño y, sin embargo, parte de aquella formidable expresión de la naturaleza. Sentado en una silla de acampada, ya no volví a entrar en la tienda. Durante las cuatro horas que pasaron hasta que mis compañeros de viaje iniciaron la jornada, supe que debía intentar escribir una historia que hablara de cómo nos sentimos los seres humanos ante los avatares de la vida, y que el marco geográfico, físico y anímico principal de la misma tenía que ser el desierto.

     Miguel Sánchez Peinado
        11 de junio de 2024




HUYENDO HACIA LA LIBERTAD
Diego Medina García
Ediciones Miguel Sánchez S.L.
494 págs.